Bañar a Matito siempre fue un desafío. Al no tener control de tronco debido a su diagnóstico de parálisis cerebral, bañarlo se convirtió en una tarea complicada y estresante. Él nunca ha podido sentarse por sí solo, lo que nos llevó a probar múltiples soluciones caseras. Desde colocar goma Eva en la tina y acostarlo dentro de ella, hasta llenar bañeras pequeñas con cojines para que pudiera mantenerse en una posición sentada y jugar con el agua. Sin embargo, ninguna de estas alternativas era realmente segura o cómoda para él.
Durante mucho tiempo, evitar el estrés en el momento del baño parecía imposible. Consideré usar una de esas sillas plásticas con arnés, pero nunca me atreví. La sensación de sentarlo en ese tipo de silla me parecía muy incómoda y nada apropiado para él. Pasé horas buscando alternativas por todas partes, pero nada se ajustaba realmente a nuestras necesidades.
Todo cambió cuando encontré la bañera DOI. Desde el primer momento, su diseño fue una solución perfecta. Por fin, Matito puede estar en una posición segura, cómoda y relajada durante el baño. Ahora, esta rutina, que antes era un drama, se ha convertido en un momento agradable para ambos. Usamos la bañera todos los días, y realmente no podría estar más feliz con esta compra.
Gracias a esta ayuda técnica, ya no tengo que preocuparme por improvisar soluciones que no eran seguras ni funcionales. Recomiendo la bañera DOI al 100%, no solo porque cumple su función magnífica, sino también porque su precio es accesible y su calidad excepcional.
Lo que antes era un momento lleno de tensión y frustración, ahora es una oportunidad para que Matito disfrute del agua, juegue y se relaje. Estoy profundamente agradecida con DOI Family por pensar en los detalles que realmente marcan la diferencia en la vida de nuestros pequeños y en la nuestra como cuidadores.
Gracias a Carolina Cortez por compartir su experiencia y ayudarnos a entender el impacto que pueden tener estos productos en la vida de las familias.
